

Nuestro maestro cecinero selecciona personalmente, una a una cada pieza, en su momento óptimo, para su salida a la venta.
En efecto, dos piezas del mismo peso, y elaboradas a la vez, pueden tener tiempos de curación muy diferentes, por su grasa externa, morfología, infiltración, raza de animal, color y dureza de la grasa.
Por esta heterogeneidad que tiene el trabajar con materias primas de primera conseguimos que cada pieza de cecina o loncheado sea completamente diferente a otro.
Como manda la tradición, el paso del tiempo es nuestra experiencia.