
Además de cecina, la casa fabrica jamón, chorizo maragato, productos para microondas y cremas de cecina de varios sabores, como chocolate o queso.
Detrás de una gran empresa suele haber un visionario, alguien adelantado a su tiempo, con mucho olfato para los negocios y pocos activos, que suele suplir con mucho esfuerzo y mejor disposición. Emprendedores hechos a sí mismos que para empezar necesitan muy poco: un granero (Ford), un garaje (Apple), el maletero de un coche (Nike) o una barbacoa familiar (McDonald’s).
Dentro de nuestras fronteras, don Pablo empezó en los sótanos de una carnicería en Astorga. Corría el año 1977 y Pablo Barros, el fundador de Cecinas Pablo, se había hecho con la carnicería al jubilarse sus anteriores propietarios.
Tras pasar años conociendo los secretos del oficio desde abajo, primero como aprendiz y luego como encargado, se da cuenta de que un producto tradicional como la cecina es cada vez más demandado entre sus parroquianos y también se percata de que quiere “ofrecer un producto noble, de mayor calidad y elaborado con recetas tradicionales y de forma natural”.
Cecina con sabor a queso y chocolate Ver noticia en medio online (cincodias.com)