
Cecinas Pablo da un nuevo salto en su internacionalización. La compañía agroalimentaria radicada en la localidad leonesa de Astorga ha comenzado a exportar su reconocidas cecinas de carne de vacuno a Emiratos Árabes Unidos después de que hace unos meses consiguiese la certificación Halal, que permite la comercialización de productos en los países musulmanes.
La compañía maragata comercializa ya sus productos -cecinas, jamones y embutidos tanto curados como para cocinar- en más de 23 países de tres continentes, de manera que el 12 por ciento de su facturación procede del exterior. CecinasPablo comenzó su andadura por el exterior en 1994 con sus primeras exportaciones al Reino Unido. Hoy, 20 años después, es posible comerse un bocadillo de chorizo maragato en pleno centro de Londres -vende más de 100 toneladas de este producto en el mercado inglés, donde se ha convertido en una creciente competencia para los fish and chips – o disfrutar de una ensalada con cecina en un restaurante italiano en Malasia.
El origen de Cecinas Pablo se remonta a 1977 cuando Pablo Barros de Arriba se hace cargo de la carnicería en la que trabajaba tras la jubilación de sus propietarios. Su visión emprendedora le llevó pronto a elaborar sus propias cecinas en el sótano de la tienda ante la imposibilidad de conseguir productos artesanales, recuperando así una tradición que se estaba perdiendo en la comarca de la Maragatería, la cuna de la cecina.
Tras abrir una segunda tienda, la primera para productos gourmet de Astorga, en la que ofrecía quesos, patés, fiambres, preconizados y una gran variedad de embutidos, e ibéricos, en 1993 comenzó ya a elaborar cecina y embutidos bajo su propia marca. El éxito de su apuesta empresarial les obligó a acometer tres ampliaciones y hoy día su saber hacer charcutero se extiende por tres modernas naves.
Pioneros en la crema de cecina
Cecinas Pablo se ha convertido hoy en todo un ejemplo de innovación. Junto a sus productos tradicionales y artesanales -jamones, cecinas, botillos, chorizos o lomos-, la compañía ha apostado por nuevos productos de la mano de la segunda generación.
Pablo Barros Cordero, actual director general, y Belén -directora de Calidad-, hijos del fundador, son los artífices de una continua revolución en el mundo de la cecina, un viaje en el que han estado muy bien acompañados por el director general adjunto, Francisco Vega Alonso, un veterano que vio nacer la compañía.
En 2009 lanzaron la crema de cecina, copiada luego por varios de sus competidores, que más tarde han fusionado con Queso de Valdeón o chocolate, uno de los productos más renombrado de la gastronomía astorgana. Junto a esto, han sido pioneros también en el lanzamiento de la cecina loncheada en aceite de oliva virgen o una amplia gama de productos frescos que se pueden cocinar en el microondas como el lomo adobado, el chorizo a la sidra o el chorizo de León.
El pasado año, la compañía facturó 7,3 millones de euros, continuando con la línea ascendente de los último años. La empresa maragata, que cuenta con una plantilla de 40 empleados, ha impulsado durante los últimos años con éxito su internacionalización. Así, las exportaciones, que a a finales de 2011 no alcanzaban el 10 por ciento de la cifra de negocios, han pasado en 2013 a ser del 12,4 por ciento. Sus instalaciones en el polígono de Astorga ocupan 4.200 metros cuadrados.
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